por Eduardo Latino
Hasta dónde la institucionalidad es una moneda de cambio al mejor postor. Hasta cuándo el atropello a los derechos colectivo, a los derechos de los y las de abajo. Resuenan nuevamente aires de corralito. Rémora del 2001 en una Argentina que una vez más ve como la historia es una rueda de repeticiones. Hoy el presidente Mauricio Macri firmó un nuevo Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) donde establece el control cambiario sobre el dólar. Sin embargo, la crisis ha tomado una dimensión tal que tanto los mercados como los sectores empresariales han quedado inmersos en una ruleta que configura un mecanismo explosivo, que tiene fuertes perspectivas de explotar ante un esquema de transferencia de capitales pocas veces vistas en la historia.
En tan solo tres años y medio, el gobierno de Cambiemos configuró mecanismos de re-colonización que han sido propio, en materia política y cultural, de la última dictadura cívico-eclesiástico-militar. Un esquema de negocios que favoreció a los nietos e hijos de los que se favorecieron con la última dictadura. La acumulación de poder ha sido en el campo, las empresas de energía y la especulación financiera. Fugas de capitales y endeudamiento como política repetida. Dependencia y extranjerización. El neoliberalismo nuevamente nos encuadra en una disyuntiva que nos pone en un dualismo que parece recurrente y alienante. Esta vez, fue sin golpes de estado y se realizó el enroque puertas adentro de la democracia. Sin embargo deja como saldo un entramado social diezmado y radicalizado en un sálvese quien pueda. Los lazos de solidaridad y la consciencia colectiva en estado de coma. La política de estos últimos tres años y media profundizaron un relato de una falsa grieta que favoreció solo a un núcleo de empresarios y, sobre todo, al grupo rojo de la política, que se han transformado en resortes mediáticos que buscan consolidar un plan de emergencia en medio de una crisis que hace aguas arriba e inunda el abajo.
La soberanía ha quedado herida de forma letal. Las jugadas de ajedrez de Alberto Fernández no disimulan el tambaleo del gobierno de Cambiemos a nivel nacional y las repercusiones de esta fragilidad en provincias gobernadas por esa misma alianza. La soberanía está comprometida porque lo que está en juego son los territorios y los bienes comunes. Las ecuaciones son las mismas de siempre, pagar deuda a costa de los recursos más estratégicos que tiene el país: los bienes comunes, los mal nombrados recursos naturales. Argentina no sale del esquema de dependencia y de dominación en manos de los capitales del primer mundo. El anunciado segundo semestre se ha convertido en un semestre fantasma que anuncia fuertes tormentas y granizo terminal sobre la economía. De la revolución de la alegría a un llanto en silencio de millones de argentinos ante los pésimos resultados de los indicadores económicos y el riesgo país. El mejor equipo del picadito de fútbol cumplió con la tarea, impulsar un robo sistemático que a puesto en un nuevo default a la Argentina. Mientras tanto, Vaca Muerta parece la más viva de las negociaciones. De la cláusula secreta de Cristina con Chevron en 2013, a la entrega sistemática de un recurso no renovable a capitales extranjeros. El fracking se ha convertido en la variable de la estabilidad institucional en el país y las consecuencias ambientales y sociales pueden ser irreversibles. El esquema es claro: monocultivo transgénico con paquete tecnológico incluído, fracking y megaminería para pagar la nueva deuda que nos ata por cien años a un cuento que nunca termina.
Los argumentos de Macri y sus Ministros para firmas este DNU, entre otros, son los siguientes:
– Que, ante diversos factores que impactaron en la evolución de la economía argentina y la incertidumbre provocada en los mercados financieros, el PODER EJECUTIVO NACIONAL se vio en la necesidad de adoptar una serie de medidas extraordinarias tendientes a asegurar el normal funcionamiento de la economía, sostener el nivel de actividad y empleo y proteger a los consumidores.
– Que, ante los recientes acontecimientos económico-financieros desencadenados, de público conocimiento, y la incertidumbre generada en el marco del proceso eleccionario en curso, es necesario adoptar medidas transitorias y urgentes para regular con mayor intensidad el régimen de cambios y, de esa forma, fortalecer el normal funcionamiento de la economía, contribuir a una administración prudente del mercado de cambios, reducirla volatilidad de las variables financieras y contener el impacto de oscilaciones de los flujos financieros sobre la economía real.
Considerandos que suenan a eufemismos de un señalamiento que no cesa. Algo similar a las palabras de Macri al responsabilizar al pueblo por la devaluación post PASO. Decreto que desnuda en nivel de crisis que vive la Argentina desde hace tiempo. Una bomba cuyo mecanismo está a punto de explotar. Entre tanto el ajedrez mueve sus fichas: jaque al rey es la consigna de turno. La medida por decreto es anunciada un día domingo, en medio de una supuesta paralización del país, según los titulares de los medios hegemónicos, por el superclásico River-Boca. Super-clásico es utilizar todas las herramientas del marketing por parte de Cambiemos para atenuar las consecuencias de las movidas que ejecutan sobre un tablero que cada día es más pequeño y el margen de maniobra tiembla en la noche. La política es de subestimación al pueblo, de jugar a las escondidas en busca de un voto cantado que se enmudece al transcurrir un nuevo día.
Entre tanto, en Mendoza Alfredo Cornejo busca avanzar con Hierro Indio, un proyecto minero que ya fue rechazado en la era Paco Pérez y que intenta a través del llamado a Audiencia Pública por parte de la Secretaría de Ambiente y la firma de Miriam Scalany (Directora de Protección Ambiental de esa cartera pública), hacer el mismo recorrido que hizo el fracking en la provincia. Audiencias públicas entre gallos y medianoche y un juego democrático que anula la participación real y todo lo transforma en mediciones de fuerzas y de aplanadora de derechos. Manotazos de ahogado luego de la derrota electoral de Cornejo en las PASO del mes de agosto pasado. Políticas neoliberales que van en consonancia con las políticas de Macri a nivel nacional.
La seguimos…
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